Compartiendo el huerto todos ganamos.

Obtener productos de cosecha propia es cada día una cosa más habitual y normal. Ya hace unos años que se pusieron de moda los hurtos urbanos. Actualmente ya es habitual encontrarlos en un rincón de los jardines, balcones y tejados de nuestros pueblos y ciudades.

Este interés para consumir productos de cosecha propia, a veces topa con la imposibilidad de cultivar por falta de horas o por falta de terreno. A principios de este año 2012, la asociación Reforesta inicia un proyecto para encontrar la solución a estos impedimentos. La nombran Huertos Compartidos, y quieren poner en contacto gente que busca tierra para cultivar, con gente que tiene terreno pero que por cualquier motivo no puede trabajarlo. Las condiciones que marcan desde la asociación son que la agricultura practicada sea ecológica, que la cosecha sea sin ánimo de lucro y que el terreno se ceda gratuitamente. La cosecha resultante se la reparten el propietario y el hortelano al 50%, los dos salen ganando con la producción que se llevan a casa y el hecho de saber la procedencia y la forma de producción. 

Los objetivos del proyecto son los de fomentar la agricultura ecológica, promover la producción propia y local, y dar vida a huertos y terrenos abandonados e improductivos.

Aquí os dejamos un vídeo promocional del proyecto donde explican las bases y condiciones:

Hace un par de meses os hablábamos de las bondades de tener un huerto en un artículo ( que relacionamos abajo) sobre el libro de Marc Estévez 'Un hort per ser feliç'.

Si algún hortelano con ganas de trabajar o propietario de un huerto improductivo se apunta a este proyecto o a alguno parecido, contadnos vuestra experiencia.